Mons. Eugenio Coter: “Los que quieren hacer toda su vida dinero y se despreocupan de los demás, son como dice la parábola de Jesús, unos tontos. Para que te sirve ganar el mundo entero si pierdas el alma”

Mons. Eugenio Coter: “Los que quieren hacer toda su vida dinero y se despreocupan de los demás, son como dice la parábola de Jesús, unos tontos. Para que te sirve ganar el mundo entero si pierdas el alma”

Prensa CEB 31.10.2022.- Mons. Eugenio Coter: “Los que quieren hacer toda su vida dinero y se despreocupan de los demás, son, como dice la parábola de Jesús, unos tontos. Para que te sirve ganar el mundo entero si pierdas el alma”, reflexionó Mons. Eugenio Coter, desde la Catedral de Riberalta, Nuestra Señora del Carmen en su homilía de ayer domingo 31 de octubre.

Monseñor, reflexionó desde el Evangelio Según san Lucas 19, 1-10, y nos presenta la visita de Jesús a casa del jefe publicano llamado Zaqueo, Jesús toma la iniciativa y se invita y esta presencia es motivo de gozo y conversión.

La homilía completa a continuación:

Zaqueo no solo es publicano que eran los pecadores publicos,  sino eran también los que combraban impuestos por cuenta de Roma eran los que apoyaban “al opresor”, o que buscaban ganancia en el opresor,  y para hacer esto manejaban las monedas con la imagen del emperador. Por lo que eran personas infieles, porque exodo prohibía manejar imágenes de Dioses  ya que no se permitía  manejar imágenes de dioses y encima que el emperador queria pasar como un Dios.

Por lo que Zaqueo como jefes de los publicanos y, peor aún, porque era el jefe y cobraba de los publicanos enriqueciéndose así mismo y por estas acciones ninguna israelita lo tendría como amigo porque sería una vergüenza y un escándalo.

Y de este Zaqueo entendemos dos cosas, primero esta curioso de saber quién es Jesús, no se confía solo en lo que escucha porque lo que escucha lo deja medio confundido, ya que escucha a un Jesús que no apoya a los escribas y fariseos considerado un modelo extremo de vida cristiana o de fidelidad a Yahvé y Jesús los critica por no ser sinceros por engañar, una persona que frente a Dios es considerado un infiel y que no sigue el camino de lo que la biblia enseña.

Pero Zaqueo es curioso quiere verlo y escucha que los que quieren hacer todo su vida dinero y se despreocupen de los demás, son como dice la parábola de Jesús, son tontos. Para que te sirve ganar el mundo entero si pierdas el alma.

Entonces de donde viene esta búsqueda esta curiosidad, porque ve una contradicción aparente en Jesús, pero igual quiere conocerlo de persona pero es  pequeño, puede ser por su  estatura o  pequeño por su incapacidad de ver, por su incapacidad de colocarse en la vida de pequeño.

Pero aquí también los padres de la iglesia hacen una reflexión a la comunidad cristiana , cuidado a ustedes que están alrededor de Jesús, y nosotros que estamos alrededor de Jesús, podemos ser la causa por la cual otros no logran verlo, ¿por qué?, porque nuestro testimonio no es transparente.

No es que Dios pretenda que seamos  transparentes  físicamente, pero que estemos atentos porque nuestra manera de vivir y de ser puede quitar la vision de Jesús a los que son más pequeños.

Aquí viene una responsabilidad de la comunidad de los discípulos que caminan con Jesús, tendríamos que ser  lo  más transparentes y mostrar a Jesús en nuestra vida por qué, porque los que son pequeños, los que se han dado cuenta que la vida no solo es ganar y hacer dinero sino que hay otras cosas más importantes que nos hacen al fin más inteligentes en la vida porque esta gente puede ver a Jesús a través de nosotros y esto es un desafío grande.

Es tanta la curiosidad de este hombre que va a trepar en un árbol parecido a un árbol de higo, ustedes se imaginan, un jefe una autoridad reconocida por los romanos que como niño trepa a un árbol. Es una escena simpática,  porque por un lado manifestaría que el corazón de este hombra hay despreocupación porque sabe que los demás lo consideran un perdido, uno del cual tener vergüenza y él se despreocupa porque es capaz de gestos que son libres de los juzgamientos de los demás.

Y no lo importa que lo tomen como un niño travieso, sube a un árbol porque quiere ver a Jesús, él no cuida su imagen, no cuida lo que va a decir la gente, lo que le interesa más, es ver a Jesús. Este será un encuentro con Jesús, que desembocará después en un cambio de actitud frente a la vida y frente a las personas y esto es el tema interesante. Estamos caminando con Jesús para hacer discípulos.

El domingo anterior el escriba y el fariseo rezaban a Dios por no ser como este úlltimo que era un pecador  y su oración se volvía un juicio sobre los demás. Zaqueo encuentra a Jesús le abre la puerta, pero antes que Zaqueo le pida perdón, Jesús lo acoje y le dice voy a ir a tu casa, y es a partir de este encuentro que Zaqueo cambia su vida, no antes.

Jesús encuentra a todos desde nuestra fragilidad desde nuestra fragilidad, nuestro pecado, no le impide a Dios entrar en nuestra vida de liberarnos y de hacernos capaces de relaciones nuevas y relaciones verdaderas.

Y así está gran historia de Zaqueo que cambia su vida y se da cuenta que  ya no vale solo ser primero a costa de todos sino que hay valores que tiene que guiar la vida de la relación con los demás y si de verdad encuentras a Dios y si de verdad has entendido la vida, entonces tu vida se pone de nuevo al servicio de los demás.

Palabra que encaja muy bien en lo que estamos viviendo como discípulos porque nos invita a esta mirada de misericordia  ante todo con nosotros que muchas veces no somos transparentes e impedimos de ver a Jesús. Segundo, una mirada de alegría porque si tenemos el corazón abierto somos invitados a la cena del Señor, el momento de la comunión, felices los invitados a la cena del Señor, somos nosotros invitados como Zaqueo a participar de este banquete.

Y Zaqueo sale con la capacidad de cambiar la historia de la relación con los demás. Necesitamos de Zaqueos y necesitamos que todos sepamos retornar a los desafíos de todos los días y más desafíos tenemos en esta temporada para recordar que estamos llamados a servir, que estamos llamados a actuar para relaciones nuevas que vayan más allá del interés económicos de alguien sino que sean capaces de buscar el bien de todos entre todos y sobre todos a partir de nuestro servicio y profesionalidad.