Funcionarios acreditan idioma nativo con Bs 200 y en 3 meses

Funcionarios acreditan idioma nativo con Bs 200 y en 3 meses

Hablar aymara, quechua, guaraní, mojeño u otra lengua originaria boliviana es un requisito para trabajar en una entidad pública o ser autoridad.

Con el pago de 200 bolivianos y tres meses de clases virtuales, funcionarios públicos, asambleístas y autoridades  acreditan que hablan un idioma nativo. La Ley 269 y el Estatuto del Funcionario Público exigen ese requisito. Sin embargo, algunos representantes nacionales y trabajadores estatales admiten que  pese a tener un certificado no pueden comunicarse en una lengua originaria boliviana

De acuerdo con datos de  la Escuela de Gestión Pública Plurinacional -entidad que certifica la competencia de funcionarios en idiomas oficiales- se extendieron casi 57.000 avales a trabajadores públicos, lo que abarcaría el 10% del  aparato estatal que tiene más de  500 mil dependientes. En las acreditaciones figuran las  del presidente Luis Arce y del vicepresidente David Choquehuanca.

Según la Ley General 269 de Derechos y Políticas Lingüísticas, promulgada en Sucre el 2 de agosto de 2012, los servidores públicos bolivianos deben hablar un idioma nativo. Además,  el parágrafo tercero del artículo 10 del Decreto Supremo 2477 reglamenta: “Las servidoras y servidores públicos deberán hablar, además del castellano, un idioma oficial de las naciones y pueblos indígena originario campesinos, de acuerdo a lo establecido en la Constitución Política del Estado”.

El 14 de junio, la Cámara de Diputados y el Instituto Plurinacional de Estudio de Lenguas y Culturas (IPELC) firmaron un convenio para un curso en lenguas originarias: aymara, quechua, guaraní y mojeño.

“Nos indicaron que hasta ayer (24 de junio) teníamos 27 inscritos, entre diputados y funcionarios (que no hablan lengua nativa). Entre estas personas algunas entienden, pero no hablan. Otros hablan, pero no escriben; y otros hablan, escriben, pero no entienden. Se va a categorizar todo”, informó a Página Siete el presidente de la Cámara de Diputados, Freddy Mamani.

El pasado 21 de junio, el  vicecónsul de la Embajada de Estados Unidos, Karl Mercer, mandó un mensaje de felicitación en video, a propósito del Año Nuevo Andino. En él, el diplomático estadounidense habla aymara por un minuto y 20 segundos.

“El sol nuevamente está volviendo con toda su energía y él nuevamente la está dando para que ustedes, en esta tierra, con esa fuerza; para que  logren cumplir nuevos propósitos. Que el sol fortalezca la humanidad con toda su energía, para vencer los males; para que el sufrimiento con la enfermedad (pandemia) termine hoy. Con estas palabras me dirijo a ustedes. Yo, de todo corazón, quiero mandarles un abrazo a todos ustedes hermanos y hermanas”, dijo el funcionario norteamericano en el idioma nativo boliviano.

El video, que fue difundido por la página y redes sociales de la Embajada Americana, provocó varios comentarios de internautas. “Qué lindo es ver que hay personas interesadas en aprender Aymara”. “Catorce años (de Gobierno) y muchos de los capos del ‘Vivir bien’ no saben hablar aymara, ni quechua y un yanqui les enseña”. “Una gran lección para muchos bolivianos, entre ellos autoridades”, decían algunos de los comentarios.

El diputado  Freddy Mamani coincidió en la necesidad de que  funcionarios y autoridades hablen un idioma originario :  “Es importante porque estamos en constante contacto con las organizaciones sociales, en encuentros en las  comunidades y provincias a nivel nacional”. Resaltó que “no sólo es un gusto”, sino que así lo manda la Ley 269.

Para cumplir ese requerimiento, los asambleístas y autoridades precisan un certificado que acredite su competencia en idiomas nativos. Varios acudieron al curso del IPELC; sin embargo, según el propio diputado  Mamani,   tres meses no bastan para comunicarse en   lengua originaria.

“No es suficiente. Son como niveles que tiene que pasar uno. Después del básico, entender un diálogo, pasa a otro nivel. Por ejemplo, escribir o leer. Por eso los tres meses no es suficiente, pero ya es el inicio”, dijo.

En la Asamblea Legislativa no todos los representantes nacionales cumplen con el requisito. La senadora Andrea Barrientos, de Comunidad Ciudadana (CC), informó que los cursos virtuales de la IPELC también están abiertos para miembros de la Cámara Alta. Deben llenar un formulario y cancelar 300 bolivianos.

Barrientos señaló que en la bancada de CC  hay representantes que hablan una lengua originaria. “Cecilia Mayoviri es representante del Tipnis. Es mojeña trinitaria y ésa es su lengua. Nely Gallo habla guaraní; Samantha Nogales y la mayoría de los diputados de Cochabamba hablan quechua”, enfatizó.

En su caso, la senadora refiere  que sus abuelos y padres hablan quechua. Ella entiende esa lengua; sin embargo,  sigue trabajando en mejorar su dominio. “Como mi familia es del valle alto cochabambino sería una vergüenza que yo no hable quechua”, sostuvo.

En general, senadores y diputados aprobaron el curso básico y tienen el certificado. Sin embargo, eso no significa que puedan hablar el idioma. “Sin lugar a dudas es labor y deber de cada asambleísta fortalecer su aprendizaje para dominar el idioma. Deberíamos tener algún tipo de exigencia para que en los primeros años tengamos un nivel intermedio”, sugirió Barrientos.

En  breve respuesta a Página Siete, el presidente de la Cámara de Senadores, Andrónico Rodríguez, confirmó que él habla quechua. El  diputado Freddy Mamani  informó que él habla aymara  y recalcó  la importancia de conocer una lengua nativa. “El 80% de los representantes (legislativos) del MAS habla un idioma nativo”, sostuvo.

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