Mons. Pesoa a sus hermanos obispos: “Debemos afinar la voz interior para escuchar la voz de Dios”

Mons. Pesoa a sus hermanos obispos: “Debemos afinar la voz interior para escuchar la voz de Dios”

Prensa CEB 20.04.2023.- Este jueves 20, desde la casa de retiros Cardenal Clemente Maurer, el Monseñor Aurelio Pesoa Ribera OFM, obispo del Vicariato Apostólico del Beni y Presidente de la Conferencia Episcopal Boliviana, presidió la Eucaristía de inicio de la CXII Asamblea de Obispos de Bolivia. En la ocasión, alentó a sus hermanos obispos a “afinar la voz interior para escuchar la voz de Dios”, aprendiendo de los Apóstoles a ser obedientes a la voluntad de Dios, comenzando con un espíritu unánime y en oración.

“Pidamos pensamientos de lo alto, de Cristo, que sea su voluntad la que inspire todos nuestros pensamientos y decisiones y no sea la tierra la que se nos contagie y nos haga decidir lo que no es querido por Dios”, pidió en oración Mons. Pesoa.

JUEVES DE LA SEGUNDA SEMANA DE PASCUA (A)

Misa de Inauguración CXII Asamblea de obispos de la CEB

20 de abril 2023 – Cochabamba

1.- Hermanos obispos presentes, sacerdotes, religiosos, seminaristas, colaboradores de la Conferencia Episcopal Pueblo de Dios:

La Palabra que nos reúne hoy nos hace una invitación a comenzar nuestra CXII (Centésima décima segunda) Asamblea con unas determinadas actitudes. La primera lectura nos invita a obedecer a Dios, antes que a los hombres, siguiendo el ejemplo de los apóstoles. “Pedro y los apóstoles replicaron:
Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres”.
 Venimos a la asamblea para buscar la voluntad de Dios, escuchar la voz de Dios, escuchando su Palabra y escuchándonos entre nosotros. La actitud de escucha fraterna provoca la obediencia a Dios.

En medio de muchas voces y muchos ruidos, muchas voces interesadas llegan a nuestros oídos y nos preocupan, mucho ruido como existe en nuestra sociedad, debemos afinar la voz interior para escuchar la voz de Dios, a través de los hermanos.

La Palabra nos invita a comenzar la asamblea con actitud de escucha para que sea Dios y no nuestros intereses o las voces exteriores las que nos logre hablar y todo lo podamos decidir de acuerdo a su santa voluntad.

2.- Aprendamos de los apóstoles a ser obedientes a Dios, sin temor a los hombres. Hay situaciones en el momento que vivimos que nos amenazan. No estamos en momentos fáciles para la expresión de ideas diferentes y el anuncio del Evangelio y es bueno comenzar estos días de reflexión dejándonos contagiar por la valentía de los apóstoles, que no dudaron en arriesgar su vida para anunciar la Buena Noticia de la resurrección, por molesta que resultase para los intereses de los poderosos del sanedrín judío.

Hoy la Palabra de Dios que predicamos y la defensa del pueblo también nos lleva a situaciones de tensión en las que debemos actuar con la valentía de los apóstoles de Cristo.

3.- Al comenzar la Asamblea, hermanos, parece pensado para nosotros el texto del Evangelio que hemos escuchado y que nos invita a venir con criterios y pensamientos de lo alto y no de la tierra: “El que viene de lo alto está por encima de todos. El que es de la tierra es de la tierra y habla de la tierra”.

Cristo es de lo alto y por ello no fue comprendido por los que pertenecen a la tierra y piensan con criterios de la tierra.  El Señor nos invita a pensar como Él, a pensar con criterios suyos, de lo alto y no quedarnos anclados en los pensamientos de la tierra. Qué consejo más importante nos da el Señor al comenzar la Asamblea. Que pensemos con criterios de lo alto, de Cristo y no de la tierra.

4.- Quien está centrado en intereses de la tierra, decidirá todo desde lo de abajo. Decidirá, como decide el mundo, desde criterios mundanos, desde la mundanidad ambiental, como dice el Papa Francisco, desde pensamientos de poder, de dinero o de placer. La tierra nos esclaviza al dinero, al poder y al placer y, desde esos criterios, se decide todo.

Pero Cristo, pensaba según otros valores, desde el servicio, desde el amor, desde la generosidad, desde la entrega. Desde esos valores que engendran pensamientos diferentes nos invita el Señor a comenzar nuestro encuentro.

5.- Comenzamos con espíritu unánime como los apóstoles, en espíritu de oración, como los afligidos que invocan al Señor y saben que serán escuchados, como nos dice hoy el salmo 33 que hemos rezado. “Si el afligido invoca al Señor, él lo escucha”, “Cuando uno grita, el Señor lo escucha y lo libra de sus angustias”. Nosotros somos esos afligidos que comienzan estos días de encuentro invocando al Señor, Él nos escucha. Pidamos pensamientos de lo alto, de Cristo, que sea su voluntad la que inspire todos nuestros pensamientos y decisiones y no sea la tierra la que se nos contagie y nos haga decidir lo que no es querido por Dios.

Nos acogemos a su misericordia que nos acompaña y ponemos en sus manos paternales esta asamblea.  Así sea.

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