ASUNCIÓN DE QUIQUIBEY, JUNTO A OTRAS COMUNIDADES TSIMANES, MOSETENES Y TACANAS AMENAZADAS POR CONTAMINACIÒN Y ABANDONO DE LOS GOBIERNOS DE TURNO

ASUNCIÓN DE QUIQUIBEY, JUNTO A OTRAS COMUNIDADES TSIMANES, MOSETENES Y TACANAS AMENAZADAS POR CONTAMINACIÒN Y ABANDONO DE LOS GOBIERNOS DE TURNO

 

Desde el Puerto de Rurrenabaque y después de más de dos horas río arriba (Beni y después Quiquibey) llegamos a la comunidad Asunción de Quiquibey en la Reserva y Área protegida y Tierra Comunitaria de Origen (TCO) Pilon Lajas, misma que abarca 400.000 hectáreas y alberga a 23 comunidades indígenas Tsimanes, Mosetenes, Tacanas que cuentan con PMS, es decir que saben cuidar y respetar la tierra.

En Asunción de Quiquibey viven 40 familias, que cultivan la tierra, elaboran artesanías y crían sus animales.

Ahí en Asunción encontramos a Reina, ella es una mujer Tsiman, mujer amazónica; lleva sobre sus hombros junto a su esposo y compañero la responsabilidad del bienestar de su familia, muy a pesar de lo incierto del futuro de su comunidad, de su territorio, ella sonríe con esperanza, confiando en que las cosas van a mejorar o por lo menos no se pondrán peores.

Es mujer, madre, amiga y compañera, sueña con un futuro mejor y ver a su hijo convertirse en un profesional, un hombre de bien.

Dedica su tiempo a los quehaceres de la casa y también a mantener el sembrado produciendo para la alimentación diaria de los suyos; siembran yuca, plátano, ají dulce, cebolla en hoja, arroz, maíz, naranjas, toronjas, limones y crían gallinas y patos para el consumo. En tiempo de cosecha logran llegar al pueblo, en este caso a Rurrenabaque para vender su producción que les permite comprar algunos productos como azúcar, jabón, ropa, que no los producen en la comunidad.

El agua potable es un lujo, se conforman con agua de una vertiente natural, pero eso no la desanima a cuidar y alimentar a su familia, confía en que la madre tierra no los dejará perecer.

Las mayores preocupaciones son los avasallamientos a su territorio, la construcción de las represas en el río; que, si bien por ahora se ha paralizado el proyecto, podrían volver a intentarlo hasta lograrlo, la contaminación con mercurio de sus ríos, de donde se proveen de pescado para su alimentación, las sequías, las pandemias.

Ya pasaron por momentos muy difíciles, con el cambio climático los ríos se salen de su cauce y el río Quiquibey no ha sido la excepción, varias veces se ha inundado la comunidad y ha tenido que recorrer hacia adentro, trasladando las casas, escuela, posta de salud y sembrados para poder continuar con sus vidas. Gracias al apoyo que se brindan mutuamente han podido superar estas y otras dificultades.

La vida no ha sido fácil, cuando se enferman no cuentan con medicamentos ni personal de salud que los atiendan, algunas veces al año los visitan las brigadas médicas, en caso de emergencia tienen que viajar río abajo hasta Rurrenabaque en peque peque, ya que no cuentan con caminos y menos carreteras de vinculación. En la pandemia se curaron con la medicina tradicional, la que les ha salvado la vida y afortunadamente nadie de la comunidad llegó a fallecer por el virus. De las plantas medicinales utilizan las hojas, las raíces, tallos, cortezas, semillas o cáscaras preparadas como mates e infusión, cataplasmas y otros.

“La madre naturaleza es nuestra cuidadora y protectora, por eso la respetamos también; para utilizar las plantas pedimos permiso y así la naturaleza nos sana”.

Llevan una vida sana, las mujeres colaboran en la siembra y la cosecha de lo que siembran, realizan artesanías con hojas de palmas, corteza de caña agria como venteadores, esteras, centros de mesa y otros.

Reyna nos comenta que hay sospechas de que los pescados del río traen algo, los dirigentes han hablado de contaminación con mercurio; el hecho es que ya se va notando algunos cambios en el desarrollo y crecimiento de los niños de la comunidad, se ve casos de niños diferentes, “tal vez es efecto del mercurio” manifiesta preocupada.

Asunción de Quiquibey, un lugar para no olvidar, un lugar donde aún se conservan tradiciones, costumbres, lengua, sentido de pertenencia con la tierra; a pesar de las amenazas, siguen trabajando día a día para no perderse o dejarse consumir.

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